Más allá del físico, tu mentalidad puede ser tu mayor aliada (o tu peor enemiga) en una competición de Crosstraining.
¿Te bloqueas al ver a atletas más fuertes? ¿Te saboteas con pensamientos como “no puedo más”? Entrenar tu cabeza es tan importante como entrenar tu cuerpo. Visualiza el éxito, enfócate en tu propio progreso y respira conscientemente entre sets. La resiliencia, la gestión emocional y la confianza en ti mismo son habilidades que también se entrenan.
Cultívalas, y verás cómo tu rendimiento se transforma.